Taller de Aves en la Biblioteca Municipal de Manzanares con participación del IES Azuer.
La Biblioteca Municipal Lope de Vega de Manzanares ha sido el escenario de un enriquecedor Taller de Aves, celebrado el 15 de marzo a las 13:30, que ha reunido a más de 40 niños y niñas, algunos acompañados de sus padres, quienes también se han sumado a la actividad. Organizado por Paqui de la Cruz, de la concejalía de Educación del Ayuntamiento de Manzanares, y Leticia Moya, bibliotecaria del centro, el evento ha contado con la dirección de dos expertos: José Luis Villegas, maestro de Infantil del Colegio Altagracia, y José Luis Olmo Rísquez, del Departamento de Biología y Geología del IES Azuer. Además, han colaborado como voluntarios los estudiantes de 2º de Bachillerato Lucía Frías y Alejandro Salado.

El taller se ha estructurado en diversas partes, comenzando con la pregunta «¿Qué es un ave?». Se han explicado sus principales características: tener plumas, pico, poner huevos y ser vertebrados. Se ha destacado la gran diversidad de formas en sus picos y patas, mostrando cómo estas características influyen en su alimentación y adaptación a distintos hábitats. Para reforzar el aprendizaje, los participantes han podido diseñar un ave ficticia, dibujando y pintando su propio diseño con picos y patas personalizadas.

A continuación, se ha abordado el tema de los sonidos de las aves, explicando sus funciones en el cortejo, la defensa del territorio y la comunicación de peligros. Se han escuchado y analizado los cantos de varias especies comunes en la localidad, como la tórtola turca (Streptopelia decaocto), el verderón (Chloris chloris), el gorrión (Passer domesticus), el carbonero (Parus major), la golondrina (Hirundo rustica) y el característico crotoreo de la cigüeña blanca (Ciconia ciconia). Posteriormente, los participantes han intentado identificar algunos de estos sonidos mediante reclamos y silbatos, experimentando con el canto del cuco (Cuculus canorus), la golondrina (Hirundo rustica) y el mirlo (Turdus merula), entre otros. Dentro de este apartado, también se ha imitado el sonido característico de las gallinas, conocido como cacareo, y se ha propuesto a los alumnos realizar una divertida manualidad: la «gallina fenicia». Para ello, han utilizado un vaso y una cuerda, logrando reproducir el sonido de las gallinas de una manera lúdica y educativa.

El taller ha continuado con una sección sobre las plumas, su función en el vuelo, el aislamiento térmico y la impermeabilización. Se han explicado sus partes: cálamo, raquis y estandarte, así como barbas y barbillas. Los asistentes han podido observar diferentes tipos de plumas, desde las imponentes de un búho real (Bubo bubo) y un buitre leonado (Gyps fulvus) o las de una paloma (Columba livia). Como actividad práctica, los niños han confeccionado un «polluelo inflable» con plumas de cartulina, lo que ha resultado especialmente llamativo para los más pequeños.

El siguiente tema tratado ha sido el de los nidos, con especial atención a los de vencejos (Apus apus), golondrinas (Hirundo rustica) y aviones (Delichon urbicum), tres especies insectívoras fundamentales en la primavera y el verano de Manzanares. Posteriormente, se han mostrado diferentes tipos de huevos, comparando el de avestruz (Struthio camelus), el de gallina (Gallus gallus domesticus) y el de codorniz (Coturnix coturnix), destacando que un huevo de avestruz equivale a unos 24 de gallina y 150 de codorniz.
Para cerrar el taller, se ha realizado la visualización de egagrópilas, explicando qué son y permitiendo a los participantes examinar restos de cigüeña, búho, lechuza y águila imperial.

El evento concluyó con un mensaje inspirador: «¡Gracias por explorar el maravilloso mundo de las aves! Cada una cumple un papel esencial en la naturaleza. Observa, escucha y respeta a estos seres alados. Si encuentras un nido, cuídalo; si ves un ave en apuros, ayúdala. Nunca dejes de explorar y aprender sobre la naturaleza». Después de la charla, algunos niños se quedaron realizando manualidades, mientras que otros se llevaron materiales para trabajar en casa.
Los ponentes del taller esperan que haya despertado en los asistentes el interés y el respeto por la naturaleza. Como bien se dice: «Se ama lo que se conoce», y ahora en estos niños esperemos que miren el cielo con una nueva perspectiva, reconociendo y valorando la biodiversidad de su entorno.
