La ONCE acerca al IES Azuer el valor del Braille y la autonomía de las personas ciegas

Los alumnos de 3ºA, 2ºA y 2ºC del IES Azuer vivieron este pasado jueves 11 de mayo una experiencia formativa inolvidable gracias a la visita de la ONCE Castilla-La Mancha, que impartió una charla-taller centrada en la sensibilización hacia las personas con discapacidad visual. El evento fue organizado por el profesor José Luis Olmo Rísquez, con el apoyo de los docentes Javier Ramírez y Elisa Jiménez y estuvo protagonizado por Manuel Peinado, consejero territorial, Ramón Ramírez, voluntario y especialmente Carla Rugel, responsable de la sensibilización y promotora del sistema Braille en Castilla-La Mancha, quien acudió acompañada de su inseparable perro guía, Hero.

La jornada comenzó con la intervención de Manuel Peinado, quien explicó los orígenes de la ONCE, institución nacida en 1938 tras la Guerra Civil Española, con el fin de dar sustento a las personas que quedaron ciegas como consecuencia del conflicto. Muchos de ellos, imposibilitados para retomar sus trabajos, encontraron en la venta del famoso Cupón de la ONCE una forma digna de subsistencia. La organización, desde entonces, ha evolucionado hasta convertirse en un referente en el apoyo a personas con discapacidad visual.

Actualmente, la ONCE no solo ofrece empleo, sino que también proporciona recursos como formación especializada, tecnología adaptada, asistencia en el hogar, voluntariado de apoyo y programas educativos para personas ciegas o con baja visión. También fomenta la inclusión del sistema Braille en el ámbito educativo, incluso para personas videntes que deseen aprender y transmitir estos conocimientos en sus aulas.

Durante su intervención, Manuel también ofreció consejos prácticos sobre cómo actuar al acompañar a una persona ciega: es ella quien toma del codo a su guía, nunca al revés, para percibir los cambios del terreno, escaleras o pasillos estrechos. En estas situaciones, la persona con discapacidad visual se coloca detrás del guía, no a su lado.

Peinado remarcó además una gran diferencia entre España y otros países europeos: mientras en muchos lugares la asistencia a las personas ciegas se gestiona por vías estatales, la ONCE en España se autofinancia mayoritariamente gracias a los ingresos del cupón, lo que garantiza su independencia y sostenibilidad.

La segunda parte de la charla corrió a cargo de Carla, quien cautivó a los estudiantes con su testimonio y la presencia de su perro guía, Hero. Explicó las tres grandes herramientas que ayudan a la movilidad de los invidentes: los voluntarios, el bastón blanco y el perro guía.

El bastón blanco permite al usuario detectar obstáculos y cambios en el entorno mediante el contacto directo, ofreciendo mayor autonomía en ciertos espacios, aunque requiere un alto grado de atención y práctica. Por su parte, el perro guía facilita un desplazamiento más fluido, rápido y seguro, sobre todo en zonas urbanas, aunque su uso también implica una fuerte responsabilidad y cuidados específicos. Carla puntualizó que Hero fue entrenado en Estados Unidos, razón por la cual responde a órdenes en inglés.

Un detalle crucial que compartió fue el respeto hacia estos animales: “Cuando un perro guía lleva puesto su arnés, está trabajando. No se le debe distraer ni acariciar, ya que podría provocar un accidente.” Solo si el animal está sin arnés, y con el permiso de su dueña, puede ser acariciado. Además, explicó el proceso de adiestramiento: un año en escuela especializada, otro con una familia de socialización, regreso a la escuela, un examen final y finalmente la asignación a una persona con un perfil compatible.

Más allá de su vivencia personal, Carla ofreció una pequeña clase sobre el sistema Braille, del que este 2025 se conmemora su bicentenario. Este revolucionario sistema de lectoescritura fue creado por Louis Braille, un joven francés que perdió la vista a los tres años tras un accidente con una lezna en el taller de su padre. A los 15 años, ideó el sistema basado en puntos en relieve, inspirado en un método militar de lectura nocturna.

El Braille se basa en una célula de seis puntos, dispuestos en dos columnas de tres filas cada una. Cada combinación representa una letra, número o símbolo. Los números se escriben añadiendo un signo numérico previo. Hoy en día, este sistema se puede encontrar en envases de medicamentos, ascensores, productos alimenticios y documentos oficiales.

Para concluir, Carla mostró a los alumnos la máquina Perkins, utilizada para escribir en Braille, y ofreció una demostración práctica. Varios estudiantes pudieron escribir sus nombres, descubriendo así cómo se siente leer y escribir sin la vista.

La jornada, a medio camino entre la lección didáctica y la experiencia emocional, dejó una huella profunda en los alumnos y profesores. Una actividad que no solo enseñó sobre accesibilidad, sino sobre empatía, inclusión y respeto.